Los antioxidantes frenan los procesos de oxidación propios de las células, que avanzan con la edad, y que pueden dar lugar a radicales libres perjudiciales para la salud. Los antioxidantes combaten el deterioro celular y contribuyen al sistema inmune y a combatir infecciones, ayudan a proteger la piel del envejecimiento, a la buena conservación de las fibras musculares...